Entra el festival en su recta final, y para este día las atracciones del género rock tiene como protagonistas a bandas de Estados Unidos e Italia.
The Offspring Leyendas del Punk/Rock californiano con 38 años de trayectoria; actualmente andan promocionando su álbum Let The Bad Times Roll; la imagen de este trabajo apareció en la gran pantalla para dar inicio al show del grupo que arrancó con Staring At The Sun tomado de Americana.
Fueron un total de 15 canciones; en donde no podían faltar sus clásicos como Come Out And Play; Gotta Get Away; Why Don’t Get A Job; Pretty Fly (For A White Guy); The Kids Aren’t Alright y Self Steem. Además se pudo escuchar el nuevo material que incluyo las canciones The Opioid Diaries y Behind Your Walls.
El siguiente acto, que hace presencia en el palco Mundo, son los italianos de Måneskin, un cuarteto formado en Roma en 2015 y compuesto por Damiano David (voz), Victoria De Angelis (bajo), Thomas Raggi (guitarra) y Ethan Torchio (batería).
El nombre Måneskin, fue usado por primera vez en 2016; es una palabra danesa que significa luz de luna, lengua de origen de De Angelis por parte de su madre.
Para el mercado Suramericano, la música de los italianos es poco conocida, sin embargo los asistentes a Rock In Rio, cantaron algunas de los temas en italiano como Zitti e Buoni; In Nome Del Padre; Mammamia; Lividi Sui Gomiti y Coraline una canción que no debería estar en el setlist, pero que sería un regalo para el público comentó Damiano.
Måneskin, mostró en el escenario una personalidad arrolladora, mucha energía, clase y entrega total en cada interpretación.
Hicieron parte de su repertorio varios covers como su # 1 europeo Beggin’; Love Of My Life; Womanizer, My Generation y I Wanna Be Your Dog. Otras canciones que aparecieron en escena fueron Supermodel, I Wanna Be Your Slave y Close To The Top; donde la bajista se mezcló con el público.
Y quienes se encargaron de cerrar la noche/madrugada en Rio fue Guns N’ Roses mucha expectativa para apreciar una voz en decadencia como la de Axl Rose; además de un baterista nada comparado con el legendario Matt Sorum; salvó Slash y Duff McKagan quienes en sus intervenciones equilibraron el show de alguna forma.
El grupo estuvo en tarima por dos horas y 42 minutos aproximadamente dónde recorrieron sus ya conocidas canciones y algunas nuevas como Absurd y Hard Skool.